
Las leyes de oferta y
demanda, popularizadas por Alfred Marshall
a principios del siglo XX,
son herramientas bastante sencillas pero muy poderosas para explicar por qué se mueven los precios en los
mercados. De manera general, la ley de demanda establece que ante un aumento de la
cantidad de mandada de un bien o servicio,
si la oferta se mantiene constante, los precios
aumentarán.
Dicho de otra manera, si los dominicanos
de repente comienzan a consumir más plátano de lo habitual y la producción de plátano
se mantiene constante, entonces el precio
del plátano subirá en el mercado, hasta que el
punto en el que la gente reduzca su consumo,
o hasta que los agricultores puedan producir
más. Este ejemplo por definición asume que
los precios en el mercado se mueven libremente, ya que de existir controles de precios,
entonces se crearía una escasez de plátanos.
Lo que ocurrió resiente en el mercado de
divisas fue muy interesante y creo que puede
servir como tema de discusión para las clases
y los estudiantes de introducción a la economía. Luego de quejas en los medios de comunicación por empresarios y asociaciones
empresariales de que tenían que esperar semanas para comprar dólares y pagar una tasa
superior a la oficial, el Banco Central decidió,
un día después, inyectar entre 100 y 200 millones de dólares al mercado para “satisfacer
los requerimientos de dólares”.
Con ese preámbulo, aquí les dejo las preguntas para que analicen en sus clases de
economía:
1. Si realmente había escasez de dólares
en el mercado, ¿por qué no subió el tipo de
cambio? (Ver el gráfico que muestra un incremento anual mínimo en el primer trimestre
de este año comparado con los últimos 5 trimestres)
2. Si habían restricciones para adquirir
la divisa, ¿no tendría esto un impacto en la
volatilidad diaria? (La volatilidad actual está
en los niveles más bajos del último año)
3. Si el Banco Central argumenta una mayor demanda por semana santa y reposición
de inventario, ¿por qué no sube la cotización
de la divisa como mecanismo de ajuste de
mercado?
4. Si los empresarios necesitan dólares
y dicen que están escasos, ¿no estarían dispuestos a pagar más para que “aparezcan”?
¿No lo hacen con el resto de sus insumos?
5. A pesar de no haber indicios de mayor
demanda ni de escasez en el mercado, por lo
menos desde el punto de vista de las estadísticas cambiarias, entonces ¿por qué el Banco
Central decide inyectar ese monto?
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